El presente artículo propone desde un enfoque democrático y deliberativo cuáles son los pasos que se deben superar para lograr una nueva Constitución. Lo dicho supone no comprender el proceso constituyente como una cosa impuesta, sino más bien de modo espontáneo. Esto se materializa a partir de un momento destituyente y producto de un punto de ebullición social, político y cultural (de abajo hacia arriba). Bajo estas condiciones, sería necesario el diseño de una asamblea constituyente cuyos representantes provengan de partidos políticos y ciudadanos elegidos por sorteo a efectos de garantizar una auténtica correspondencia entre el sentir popular y los términos del nuevo texto constitucional.